PSICOTERAPIA
INTEGRATIVA Y TRANSPERSONAL
 
 
 
 
 

Paseo por el Madrid Musulmán

 
         
 

 

 

   

Alcázar de Madrid (emplazamiento actual del Palacio Real)

 

 

MADRID TERRITORIO FRONTERIZO: MAYRIT RIBAT MUSULMÁN

Luis Enrique Otero Carvajal

Profesor Titular de Historia Contemporánea. Universidad Complutense. Madrid. España (Spain).

Se sabe que Madrid era un producto medieval. ¿Qué supone tal afirmación? Entre los siglos IV y VII después de Cristo resulta palpable la decadencia de la población en el territorio madrileño, hasta la práctica desaparición de todo núcleo que pudiera ser considerado urbano, incluso dentro de las coordenadas de la época. Ni tan siquiera Complutum conservó tal naturaleza, pues a la altura del siglo VII era poco más que un despoblado. Esta situación de decadencia no vino motivada por el hecho musulman. Se trata de un lento pero persistente proceso que enraíza con la crisis del Bajo Imperio Romano y que alcanza su cenit al final de la época visigoda. Si Toledo conservó a lo largo de estos siglos su personalidad, incrementada incluso por la radicación en ella de la capitalidad del reino visigodo después de la desaparición del reino de Tolosa, confirmada en el IV Concilio de Toledo del 633 cuando Sisenando ocupó el trono después de destronar a Suintila; no sucedió lo mismo con los núcleos existentes en el territorio madrileño. Una vez consolidada la presencia musulmana en la Península, la región central se convirtió en una especie de tierra de nadie. Un auténtico vacío demográfico que sólo empezó a cobrar valor, por razones de tipo estratégico, conforme se acentuó la presión militar de los reinos cristianos del Norte. De esta manera, el territorio madrileño adquirió una creciente importancia en función de la defensa de Toledo, hasta llegar a ser la posición defensiva más avanzada de la comarca septentrional y fronteriza de la Marca media, cuya capital era Toledo.

 

 

En este contexto de clara impronta militar, Talamanca se configuró como la fortaleza vigilante del camino que unía el murallón defensivo de la Sierra con Toledo. A partir de la segunda mitad del siglo IX una colina situada en la margen izquierda del río Manzanares, enlace natural entre la Vía Lata y Toledo, comenzó a adquirir un destacado interés estratégico, hasta el punto de que, en una indeterminada fecha sujeta al debate historiográfico pero que podemos establecer entre el 860 y 880, allí se construyó una fortaleza. La ciudad de Madrid salía a la palestra de la Historia bajo la forma de un pequeño núcleo amurallado, de corte militar, denominado Mayrit. En efecto, Mayrit nació como un ribat; es decir, una comunidad a la vez religiosa y militar, donde pequeños grupos de musulmanes se preparaban para la yihad (esfuerzo) Clásica de las zonas fronterizas, vendría a ser la contrapartida musulmana del ideal guerrero-cristiano de los reinos del Norte, sobre el que se forjó la ideología de la mal llamada Reconquista y que posteriormente cristalizó en la formación de las órdenes religiosas y sus establecimientos.

Ese ribat llamado Mayrit pronto se convirtió en el principal enclave musulmán del territorio, disputando la primacía a Talamanca, incluso en el siglo X llegó a contar en algunas ocasiones con gobernador propio. En el emplazamiento que ocupa actualmente el Palacio Real se erigió en época del emir Muhammad I (852-886) una fortaleza con su torre y el recinto amurallado contiguo, ampliado y reformado en el siglo X, con murallas de hasta 6 metros de espesor, a saber que se defendian. Separado por un barranco -hoy en día la calle Segovia- se extendió el arrabal por las cercanías de la Cava Baja. En el cruce de las calles de Bailén y Mayor estaba radicada la Mezquita Mayor.

 

 

(Wikipedia): Ribat de Madrid (Al-Madridi) Dibujo de J. Cornelius Vermeyen del viejo Alcázar. La imagen corresponde, aproximadamente, al año 1534, antes de la ampliación emprendida por Carlos I en 1537, la primera de envergadura realizada en el edificio. Es probable que éste fuera el aspecto que presentaba el castillo musulmán, cuya estructura y muros sirvieron de base al palacio real promovido por el emperador.

 

El desaparecido Real Alcázar de Madrid estuvo situado en el solar donde actualmente se erige el Palacio Real, en la ciudad española de Madrid. Construido como fortaleza musulmana en el siglo IX, el edificio fue ampliándose y mejorándose con el paso de los siglos, hasta convertirse en palacio real. Pese a ello, siguió conservando su primitiva denominación de alcázar.

La primera ampliación de importancia acometida en el edificio se efectuó en el año 1537, por encargo del emperador Carlos I, pero su aspecto exterior final corresponde a las obras realizadas en 1636 por el arquitecto Juan Gómez de Mora, impulsadas por el rey Felipe IV.

Fue residencia de la Familia Real española y sede de la Corte desde la dinastía de los Trastámara hasta su destrucción en un incendio en la Nochebuena de 1734, en tiempos de Felipe V.

 

Orígenes

Existe una amplia documentación sobre la planta y el aspecto exterior que tuvo el edificio entre el siglo XVI y 1734, cuando desapareció en un incendio: numerosos textos, grabados, planos, maquetas y pinturas. Sin embargo, las imágenes de su interior son muy escasas y las referencias sobre su origen tampoco son abundantes.

 

El primer dibujo que se tiene del Alcázar fue realizado por J. Cornelius Vermeyen hacia el año 1534, tres decenios antes de la designación de Madrid como capital de España (véase la imagen 2).[1] En él se muestra un castillo articulado en dos cuerpos principales, que tal vez pueda corresponderse, al menos parcialmente, con la estructura de la fortaleza musulmana sobre la que se asienta.

Esta primitiva fortificación fue levantada por el emir cordobés Muhamad I (852-886), en una fecha indeterminada comprendida entre los años 860 y 880. Era el núcleo central de la ciudadela islámica de Mayrit, un recinto amurallado de aproximadamente cuatro hectáreas, integrado, además de por el castillo, por una mezquita y por la casa del gobernador o emir.

Su enclave, en un terreno escarpado, coincidente con el emplazamiento del actual Palacio Real, reunía un gran valor estratégico, dado que permitía la vigilancia del camino fluvial del Manzanares. Éste resultaba clave en la defensa de Toledo, ante las frecuentes incursiones de los reinos cristianos en tierras de Al-Ándalus.

Es probable que el castillo fuera fruto de la evolución, en ese mismo lugar, de diferentes construcciones militares anteriores: primeramente, una atalaya de observación y, con posterioridad, quizá un pequeño fortín.

El viejo castillo fue objeto de diferentes ampliaciones con el paso del tiempo, quedando la estructura original integrada dentro de los añadidos. Así puede observarse en algunos grabados y pinturas del siglo XVII, en los que aparecen, en la fachada occidental (la que da al río Manzanares), cubos semicirculares que desentonan con el diseño general del edificio (véase la imagen 1). Cabe pensar que esa fachada pertenecía originalmente al castillo musulmán y que se incorporó al alcázar, al utilizar la fortaleza inicial como base del nuevo edificio (Wikipedia)

 

 

 

Carvajal: Este contenido militar actúa de elemento definitorio por excelencia. Así el territorio madrileño se jerarquiza en función de tres núcleos principales, Mayrit, Talamanca y Qal'-at'-Abd-Al-Salam (Alcalá de Henares), los dos últimos de similar estructura a la que hemos apuntado para el caso de Mayrit. Todos ellos están situados estratégicamente en las tres vías fluviales más importantes de la región que, además, coinciden con las principales vías de comunicación: Talamanca en el Jarama, Mayrit en el Manzanares y Alcalá en el Henares. Servían tanto de instrumentos de defensa como de garantía para la utilización de estos caminos. Talamanca era la primera plaza defensiva más acá del Sistema Central. Alcalá era un bastión fundamental en el trayecto Toledo-Medinaceli y Mayrit se constituía en el más importante resguardo defensivo de Toledo. Conforme se incrementó la presión conquistadora de los cristianos, el enclave militar madrileño adquirió una mayor relevancia en todo el sistema defensivo de la Marca Central musulmana. Tengamos en cuenta que si en un primer momento, siglo VIII, fue el camino del Henares el más transitado por los musulmanes como salida natural hacia Zaragoza y el que contempló las primeras correrías cristianas; a partir del siglo IX, el mayor empuje del reino asturleonés le posibilita, dada su pujanza repobladora, contar con sólidas bases de sustentación en la Meseta Norte, hizo de Talamanca la plaza fuerte más importante de la zona, tomada circunstancialmente por Ordoño I en el 861. Los musulmanes comprendieron que el peligro provenía frontalmente del Norte, a pesar del murallón natural de la Sierra. Con la incursión en el 881 de Alfonso III, que llegó a las inmediaciones de Toledo, la primacía defensiva de Mayrit se hizo más patente todavía, desplazando definitivamente a Talamanca, con ello la alcazaba madrileña se convirtió en el asentamiento humano más significativo del territorio.

 

 

 

Acompañaban a estos tres núcleos de población, varias pequeñas fortalezas y asentamientos rurales como Qal'-at-Jalifa (Villaviciosa de Odón), Rivas de Jarama (Rivas-Vaciamadrid), Sal Galindo, junto al Tajuña, en el actual término de Chinchón, la Marañosa (en San Martín de la Vega), Malsobaco (en Paracuellos del Jarama) y Cernera (en Mejorada del Campo). Completaba el entramado humano madrileño un hábitat disperso de alquerías y granjas por todo el territorio, y, finalmente, un conjunto de torres atalaya dispuesto en cuatro hileras, situadas en lugares estratégicos con la misión de alertar de posibles incursiones cristianas. Una primera hilera estaba situada a lo largo del río Jarama, en sitios como el Berrueco, el Vellón, el Molar y Alcobendas. La segunda trama vigilaba los pasos de la Sierra con Madrid, bordeando la vieja calzada romana, en lugares como Torrelodones, Hoyo del Manzanares... La tercera hilera situada a lo largo del cauce del Manzanares cubriría el camino de Mayrit a Toledo, con torres en Torrejón de la Calzada, Torrejón de Velasco, Cubas y Valdemoro. Por fin, el cuarto tramo emplazado en el oeste y Suroeste de la actual provincia, surcaba la ruta próxima del río Guadarrama, con Alamín y Almenares entre otros. Así quedó estructurado el territorio madrileño durante los siglos IX y X, cada vez más sujeto a la presión leonesa cuyas avanzadillas asolaban con frecuencia la región. Ramiro II en el 939 tomó la alcazaba madrileña, abandonándola de forma inmediata; igual suerte corrió Mayrit en 1047, cuando fue tomada por Fernando I. Estas incursiones aventuraban la definitiva caída de Madrid en manos cristianas (Final del escrito de Carvajal)

 

 Escrito por Soledad López:

1.-Nos encontraremos en la pl. de Isabel II – Metro de Opera para dirigirnos hacia la pl. de la Armería del Palacio de Oriente.- Situación estratégica de la antigua Al-mudayna.

En este lugar, en la segunda mitad del S. IX , en una fecha imprecisa entre los años 850 y 886, de la mano del emir de Córdoba Muhammad I  nació Madrid; él ordenó la construcción de un castillo-fortaleza (alcazaba, al-qasab) justo donde hoy se encuentra el Palacio Real, con un pequeño recinto amurallado (almudayna).  Se llamó Mayrit (algunos autores dicen que puede significar ”rica en agua”) y ocupaba una superficie de 9 hectáreas y tenia 2 kms. de muralla.

La fortaleza en lo alto del cerro, estaba bien protegida por las vaguadas del arroyo de San Pedro al sur, del barranco del Campo del Moro y el río Manzanares al oeste y de la cuesta de San Vicente al norte; solo por el este la ciudadela estaba indefensa al ser una zona llana.

Su función era eminentemente militar, formaba parte de la red de atalayas que conformaban un cinturón defensivo de Toledo y  territorios meridionales, para frenar el avance cristiano .

Su objetivo era controlar los pasos por la sierra de Guadarrama y Sistema Central, vigilando la red de caminos hacía Zaragoza, Segovia y Toledo; en caso de peligro este se conocería con antelación,  las distintas guarniciones se comunicaban con humaredas y fogatas; además y al tiempo, vigilar a la cercana ciudad de Toledo, capital de la Marca Media y por estas fechas foco de rebelión constante contra el gobierno y las autoridades de Córdoba.

De estas atalayas que son el origen de pueblos como Talamanca del Jarama, Torremocha, Torrelaguna, Torrelodones  y otros... la atalaya de Mayrit fue la mas importante.

El pequeño recinto de fuertes muros tenía tres áreas: al norte el castillo-fortaleza, sabemos que podría haber sido de planta rectangular con un gran patio en el centro en torno al cual se articularían las distintas dependencia, con su propio gobernador, abundante tropa y “ribat” (ribat tine un sentido espiritual y miliat. Es un lugar en donde los musulmanes se reunían para hacer la yihad mayor, es decir, el esfuerzo mayor por purificar sus corazones y, entonces, salir al yihad sagir o esfuerzo menor para defender sus territorios. El concepto de guerra santa es un término erróneo). Había en esta alkazaba un campo de maniobras llamado del Rey (hoy es la plaza de la Armería); al sur la medinilla con población civil para abastecer a la tropa de todo lo necesario, alimentos, útiles, prendas...y al este estaba la  Mezquita (donde actualmente hay una casa dé música); la población era de entre dos y tres mil habitantes.

Había agua en abundancia, la calle Segovia y la de Arenal eran arroyos, además de otros subterráneos que ellos canalizaron. Así que en estas tierras fértiles los musulmanes fueron los primeros agricultores, sembraron en ellas cereales y huertos con árboles frutales, disponiendo además de pastos y bosques cercanos para la cría de ganado y la obtención de madera.

¡...Era el Siglo IX y los primeros “mayritleños” o madrileños!

2.-Nos vamos a la cuesta de La Vega

Aquí en la pl. del Emir Muhammad I encontramos a la vista uno de los pocos restos de la muralla, que tenia 2 kilómetros, 3 puertas y varios portillos para emergencias; se construyó con grandes bloques de pedernal, piedra que brilla y reluce al sol e incluso puede producir fuego, esto unido a la riqueza del suelo de Madrid en agua dio lugar a la leyenda que dice: “sobre agua fui edificada, mis muros de fuego son”, en efecto los proyectiles o artefactos lanzados por los cristianos contra los muros de Mayrit producían chispas, tenia grandes sillares de granito en torres y puntos superiores y piedra de pedernal pequeña e irregular mezclada con mampostería en las zonas inferiores; tenia, cada 20 metros, torres cuadradas que sobresalían del muro en tres caras; arrancaba del ángulo SO del castillo continuando por el barranco que cae al Campo del Moro llegaba a la cuesta de la Vega y aquí se abría la puerta del mismo nombre por estar orientada hacia la vega del río.

La puerta de la Vega tenia dos torres unidas por un matacán o mocheta, es decir, una línea de piedra de lado a lado, sobre un gran arco de herradura. Para imaginárnosla solo tenemos que ver la puerta de Bisagra en Toledo pues eran prácticamente gemelas. Existió hasta 1820 y tras la reciente restauración del cuadro de Goya “los fusilamientos del 3 de mayo” piensan que la acción está situada en este terraplén y lo que se ve al fondo es justo esta puerta.

En esta zona estarían los talleres de oficios vinculados al ejército con sus herreros, carpinteros, armeros, guarnicionerías, fraguas, caballerizas...y también vivirían y trabajarían zapateros, alpargateros, sastres, teleros, panaderos y quizás orfebres o algún especiero entre otros,  y   alfarerías, actividad que alcanzó fama y prestigio aunque se debió de perder pronto, restos de cerámica se han encontrado en este lugar, en la c/ Segovia, en c/ del Almendro...

3.- Seguimos el curso de la muralla hacia la calle Segovia, vemos algún resto más que queda por allí y subimos, cruzando la calle Bailén para situarnos en el lugar donde estuvo la mezquita y la segunda puerta.

La muralla seguía bordeando la zona norte del Viaducto y en este tramo salía un brazo que llevaba a la torre Narigües, que protegía el arroyo que por allí discurría, continuaba por debajo del actual edificio de Capitanía y aquí en la calle Mayor a la altura de la calle del Factor estaba la puerta de la Almudayna, era muy similar a la de la Vega; al construirse el segundo recinto amurallado quedó dentro con el nombre de Arco de Santa Maria, miraba al Oriente, era una torre caballero, fortísima, de pedernal; cuando en 1570 fue ordenada su demolición por Felipe II con motivo del ensanche por la entrada de Ana de Austria su esposa, hicieron falta una treintena de picapedreros y casi dos meses.

La mezquita Mayor estaba en este lugar, sobre ella construyeron la iglesia de Santa Maria de la Almudena que fue derribada en la segunda mitad del siglo XIX, ante la mezquita y en las inmediaciones de la puerta pondrían los puestos de mercado (el zoco) los artesanos tanto a intramuros como fuera, ya que el paraje era llano.

La muralla subía después por la calle del Factor para llegar a la última puerta, la de la Sagra situada cerca de la calle Requena, conducía a las huertas existentes junto al río Manzanares y al arroyo del Arenal, es la puerta de la que menos datos tenemos y fue la primera que desapareció, antes de 1500, ya por el noroeste la muralla se uniría al castillo. En ese sitio había un cementerio.

¿...Y el hamman?, ¿no había baños en Mayrit?, debieron existir pero ningún resto nos ha llegado solo algún documento medieval cita la existencia de baños  junto al arroyo de San Pedro, a extramuros.

 "Historia del Hamman de Madrid. Los Baños de Medina Mayrit se encuentran ubicados en una estructura de aljibe de cientos de años de antigüedad. 'Medina Mayrit' (Ciudad de Madrid) es la denominación que Al Andalus utilizó para nombrar el enclave perteneciente al Reino de Toledo y que sirvió de punto de encuentro para las diferentes culturas. Este pequeño enclave ocupaba la zona colindante a la Almudaina (actual Catedral de la Almudena) y se hallaba rodeada de muralla con una pequeña extensión hasta la Plaza Jacinto Benavente, donde hoy  se encuentra Medina Mayrit y donde pudieron existir baños árabes antiguos. La costumbre del baño público procede en nuestra civilización de los atletas griegos, pero fueron los romanos los que los transformaron en una institución pública. Con la llegada del Islam. su uso se perpetúa con algunas adaptaciones arquitectónicas, las salas reservadas al cuerpo se amplían en detrimento de los gimnasios y salas de lectura, y cambian las normas de higiene (el agua estancada de las piscinas romanas se reemplaza por agua permanente renovada)

Los hammam no solo servían como lugar de descanso y religioso (El Corán exige las abluciones para la oración, la purificación del cuerpo para conseguir la del alma) sino también como un lugar de reunión social y política, un lugar de encuentro, "un peculiar espacio social de escape y diversión, un espacio lúdico".

Algunos aspectos sociales que se conocen son que la fortaleza madrileña fue en ocasiones refugio de rebeldes huidos de Toledo.

También sabemos que al gran caudillo musulmán Almanzor  reunía a sus ejércitos en Mayrit  para dirigirse en campaña contra el rey de León.

Varios fueron los intentos de conquistarla, el mas antiguo en el 924 el conde castellano Fernán González, luego Ramiro II de León  y Fernando I de Castilla.

En el siglo X la población se extiende por el sur y el este, fuera de las murallas, en torno a los caminos de Alcalá y Toledo, formando un barrio de población musulmana en torno a la actual plaza de la Villa que se hizo tan denso que saltó el arroyo de San Pedro para empezar a extenderse por las laderas y la cima del cerro de las Vistillas. La actividad principal de esta medina era la agricultura, cultivaron grandes extensiones de cereales, viñas, olivares, garbanzales, azafranales,  melonares y sobre todo huertas donde se cultivaban manzanas, higos, cerezas, granadas, ciruelas, almendras, nueces, peras, albaricoques, membrillos y moras, además de rosales. Las huertas continuaron multiplicándose en el periodo cristiano favorecidas por el sistema de conducción de aguas por “viajes” subterráneos creado por los musulmanes.

Estos viajes podrían haber servido para traer agua a la población desde la altiplanicie madrileña al este de la ciudad, donde se hallaban numerosos arroyos y fuentes como la de la Castellana, que dio origen al actual paseo del mismo nombre. El sistema de estos viajes  consistía en captar el manantial de agua mediante prospecciones sobre el terreno y una vez localizada la hacían circular a través de canalillos construidos con tal fin, hasta llegar a Madrid, donde se repartía en fuentes y acequias. Los alrededores de Madrid debían ofrecer un aspecto extraordinariamente frondoso.

4.-Cruzamos la calle Mayor y por el Pretil de los Consejos y la calle de la Villa  llegamos a la plaza de la Cruz Verde, en ella se situaban los abrevaderos para las caballerías y cruzando la calle Segovia que como ya dijimos era un arroyo y añadimos, en sus inmediaciones había muchas huertas, llegamos al barrio de la Morería.

En el siglo XI, con la muerte del califa Al- Mansur o Almanzor , se aceleró la fragmentación del califato de Córdoba en reinos llamados de Taifas, con disputas y tensiones internas. Por el contrario el reino Castellano-Leonés está en plena expansión . Cuando Fernando I de Castilla muere  sus hijos se reparten el reino, fue uno de ellos, Alfonso VI , que usurpó la herencia a sus hermanos (es al que El Cid tomo juramento en Santa Gadea) y consiguió coronarse rey de Castilla quien acabó conquistando Toledo hacia el 1083. Alfonso había estado en Toledo albergado por el rey Al-Qadir durante las disputas con sus hermanos y no sabemos bien si Toledo y sus fortalezas entre ellas  Madrid, fueron conquistadas por la fuerza o por capitulación de Al-Qadir.

Con la conquista de Madrid la población militar musulmana tuvo que emigrar al sur. Los civiles que se quedaron conservando sus costumbres y religión pero acatando la autoridad cristiana, eran los llamados mudéjares, les permitieron quedarse a vivir en el cerro de las Vistillas, por eso la zona aun hoy se conoce como la morería.

Su fisonomía es laberíntica: calle del Alamillo y su plaza, que albergó la sede del Tribunal de la Morería, en la que se alanceaban toros en las fiestas de Aliatar y, según la leyenda, en una de ellas participó el mismísimo Cid Campeador. Bajo la plaza todavía existen caminos y subterráneos secretos de aquellos tiempos, la cercana calle del Toro donde encerraban las reses para las fiestas; la calle de la Morería, la de Caños Viejos, Granado, Redondilla, Alfonso VI... en las que se respira la tranquilidad de un antiguo pueblo... la plaza de la Paja, en ella estaba el gran zoco o azoche para la venta de ganado, cereales y otros productos al por mayor, tanto en el Madrid musulmán como en el cristiano, la de los Carros...

En estos años se inicia la repoblación cristiana, atrás quedaba el Mayrit musulmán con un importante legado cultural que sin duda fue aprovechado por los nuevos pobladores.  (Soledad López)

 

WEBS DE INTERÉS

 

1.- *Ribat: institución espiritual y militar:

http://74.125.39.104/search?q=cache:AJOMc1zW3sJ:www.arqueologiamedieval.co

2.- *Planos de madrid medieval

http://elmadridmedieval.jmcastellanos.com/Planos/planos00.htm

3.-*Historiadores medievales indagan sobre el origen musulmán de san Isidro

http://www.elpais.com/articulo/madrid/Historiadores/medievales/

indagan/origen/musulman/san/Isidro/elpepiespmad/20080519elpmad_14/Tes

4.- *Vídeo de Antonio Gala sobre el Madrid Musulmán

http://www.telemostoles.tv/

5.- http://turismopormadrid.blogspot.com/2007/11/la-fortaleza-de-mayrit-la-fortaleza-de.html

6.-http://www.islamyal-andalus.org/marzo04/madrid.htm

7.-*Haman en Madrid

http://www.medinamayrit.com/

 

 

  

San Isidro, musulmán de nacimiento con el nombre de Idris.

Dibujo que representa el cuerpo de san Isidro, tal y como fue hallado tras la apertura de su sarcófago en 1982.   MUSEO DE LOS ORÍGENES. Madrid

Obsérvese su cuerpo desnudo cubierto por una (o varias) mortaja o sudario blanco según la tradicción musulmana. Ver arriba la web 3.

 

 

Ribat. Dibujo de J. Cornelius Vermeyen del viejo Alcázar. La imagen corresponde, aproximadamente, al año 1534, antes de la ampliación emprendida por Carlos I en 1537, la primera de envergadura realizada en e

 

El Ribat. Dibujo anónimo del edificio hacia 1596-1597, cuando las obras impulsadas por Felipe II estaban prácticamente concluidas. A la derecha, puede verse la Torre Dorada, levantada por Juan Bautista de Toled0

 

Muralla árabe. Al fondo Catedral de la Almudena en construcción.

 

 

 

 

 

 
 
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Carlos Velasco Montes · Psicólogo Colegiado M-15178. Universidad Complutense

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