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El libro
Las Enseñanzas del Caballero de la Armadura Oxidada (4ª edición,
Ediciones Obelisco)
es la interpretación simbólica y psicológica del proceso de
transformación por el que pasa un caballero de la Edad Media. Está basado en
el libro
El Caballero de la Armadura Oxidada del americano Robert Fisher.
Al Proceso por el que pasa este
héroe mítico podríamos llamarle psicoespiritual, porque es desde lo
psicológico
desde donde tiene que comprender cómo actúa su psiquis y, por lo
tanto, darse cuenta de los conflictos psicoemocionales que velan o cubren la
intuición del corazón, ser o espíritu. Al desmantelar todas las corazas
emerge la presencia de lo numinoso del Sí mismo o
Self, como diría Carl Jung. Es una "historia del despertar" del
sueño de la ignorancia y la confusión para entrar en un estado expandido de
conciencia, libre de la tiranía del yo. Es retornar a la esencia de uno
mismo y unificarse con la Fuerza Creadora, la misma que nos permite
disfrutar en primavera la contemplación de un almendro en flor.
Es una historia que añade
discernimiento y comprensión a nuestro propio proceso psicoterapéutico,
enfocado desde lo transpersonal, esto es, transcender el ego o yo
experimentador para tener acceso a otras realidades mucho más certeras y
saludables que las habituales.
En todo proceso de
autodescubrimiento debemos considerar que tenemos una maravillosa carcasa
que es el cuerpo,
el cual tomamos prestado de la tierra y al que estamos obligados a
cuidar. También tenemos los procesos psicológicos y emocionales que nos
dicen el cómo contemplamos el mundo a través de los cinco sentidos: la
vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, sin los cuales no podríamos
percibir la existencia cotidiana.
Asimismo, podemos vivirnos como un cuerpo energético bloqueado,
hipertónico, anérgico o, por el contrario, fluido y tonificado. Por último,
tenemos el corazón, en donde reside el Ser, el cual está velado por las
capas de armadura que representan los conflictos psicoemocinales y las
enfermedades psicosomáticas; por lo que, en última instancia, es el Ser el
que está cubierto y enfermo. Por eso, debemos conocer la ciencia del yo y de
cómo éste actúa, para aligerarlo de equipaje y, esclareciéndonos, poder
contemplar las luces que hay más allá del ego y, por supuesto, estar con los
pies a tierra en la vida cotidiana. Este es el proceso por el que pasa el
Caballero que, aunque es difícil, sí es posible realizarlo. En su proceso se
da la espiritualidad, la psicopatología y la realidad.
En la lectura de dicho libro nos
vemos todos reflejados, por lo que es una guía con la que podemos aprender
mucho de nuestro proceso particular. Poder diferenciar en uno mismo lo que
es psicopatológico de lo que es real, puesto que es el objetivo de todo
viaje de transformación interior y de la cura de nuestras enfermedades
psicosomáticas.
El Caballero realiza un "viaje
interior";
es el viaje del héroe mítico que aparece en la mitología de todas las
tradiciones: Gilgamesh, Ulises o Zaratustra. Todos ellos tienen que realizar
unas tareas para alcanzar la sabiduría interior, pertrechándose de la
valentía para enfrentarse a las pruebas y salir victoriosos de las mismas.
Durante el Proceso de
Desvelamiento por el que pasa el Caballero, contempla su historia
biográfica, tomando consciencia de sus conflictos y
traumas (heridas) y, además, y
esto es muy importante, pasa por lo que Maslow llama "experiencias cumbre" o
experiencias espirituales o místicas, que son sumamente transformadoras,
porque van directamente al núcleo del Ser.
El núcleo de
Las Enseñanzas del Caballero es que "tenemos que tener el
suficiente coraje para poner en práctica el conocimiento que ya tenemos de
nosotros mismos
y las estrategias oportunas para transformarnos, porque sólo entonces
podremos amarnos y amar a los demás". Es en el día a día en donde tenemos la
posibilidad de poner en acción la valentía, enfrentarnos a nuestros dragones
particulares y rescatar la princesa prisionera del dragón (el dragón en
términos junguianos simboliza el falso yo). La princesa representa el ser o
la esencia individual, que mora encarcelada en nuestro castillo interior,
amenazada por los dragones de nuestros propios conflictos psicoemocionales.
Llega un momento en la vida de
uno en que tenemos que ser valerosos y tomar una decisión importante para
salir del falso sendero y poner rumbo
–como lo hace el Caballero–
al Sendero de la Verdad, pues es muy importante tener un objetivo bien claro
en nuestra vida, ya que sólo
así podremos atravesar los océanos y llegar a buen puerto, el del
Amor.
Así como el Caballero encuentra al
mago Merlín, que le muestra el proceso de transformación para recorrer el
camino, ascender a la montaña y ser feliz,
también nosotros tendremos que encontrar a alguien (psicólogo, terapeuta,
chamán, etc.),
un guía que esté lo suficientemente transformado y que tenga unas
herramientas terapéuticas que garanticen el cambio. En ese viaje sin retorno
hacia la fuente de la salud de uno mismo, podremos descubrir todas aquellas
barreras que nos impiden vivir.
En ese viaje heroico del Caballero,
aparecen los símbolos de transformación, como son las siete pruebas por las
que tiene que pasar, el dragón, la escalada a la cima de la montaña, que
implica un esfuerzo; los castillos interiores del alma; la figura del sabio
y el maestro interior; el bosque, que representa el inconsciente; los
animales, la naturaleza instintual; las barreras y las piedras que se cruzan
en el camino, los conflictos, impedimentos, etc. Estos símbolos nos permiten
la comprensión de nosotros mismos.
Este es un viaje del héroe mítico
y, por lo tanto, es un camino de espinas y de rosas, de sombras y de luces,
de sufrimiento y de alegría. Es un tránsito para conocer la dualidad de este
mundo ilusorio y,
al trascenderlo, contemplar los diferentes mundos existentes o planos
superpuestos de realidades diversas en nuestra vida cotidiana. Tendremos que
traer el cielo a la tierra después de nuestras batallas cotidianas, seguir
contemplando los cambios de las estaciones y hacer nuestra colada cotidiana,
pues, sin lugar a dudas, siempre estamos en camino.
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